Iron Man 2: herrumbre en el cerebro

Tras presenciar este surrealista diálogo se plantean dos posibles escenarios: o ponerse hecho una Furia o tomárselo a guasa y quitarle hierro al asunto. Mejor optar por lo segundo.

Ficha técnica

  • Título: Iron Man 2 (Iron Man 2)
  • Año: 2010
  • Director: John Favreau. Guión: Justin Theroux
  • Reparto: Robert Downey Jr.(Tony Stark), Mickey Rourke (Ivan Vanko), Gwyneth Paltrow (Pepper Potts), Don Cheadle (Teniente coronel James Rhodes), Scarlett Johansson (Natasha Romanoff),  Samuel L. Jackson (Nick Furia)

Sinopsis

Ahora que todo el mundo conoce la verdadera identidad de Iron Man, el millonario Tony Stark afectado por una cada vez más deteriorada salud, enfrentado al gobierno y permanentemente expuesto a la opinión pública, tendrá que enfrentarse al malvado y peligroso Ivan Vanko, quien busca venganza por una afrenta del pasado.

El diálogo

-Pincha –ordenó Nick Furia a la agente de Shield Natasha Romanoff
-¡Ah, Dios! – protestó Tony Stark, el hombre que se enfunda la armadura de Iron Man, al sentir la aguja- ¿me vais a robar un riñón para venderlo? – y dirigiéndose a la Romanoff -:¿puedes no hacer nada horrible durante cinco segundos?
-¿Qué acaba de hacerme? –preguntó de nuevo Stark al comenzar a sentirse mejor
-¡Qué acabamos de hacer por ti! –recalcó Furia-Es dióxido de litio. Te aliviará un poco. Intentamos que vuelvas al trabajo
-Genial. Denme un par de cajas y estaré como una rosa
-No cura, sólo alivia los síntomas –aclaró Natasha Romanoff
-No va a tener una solución fácil –añadió Furia
-Lo sé. Esto se me da bien. He buscado un sustituto factible para el paladio. He probado todas las combinaciones y permutaciones de todos los elementos conocidos
-Pues debes saber que no los has probado todos –sentenció Furia

El gazapo

Tras presenciar este surrealista diálogo se plantean dos posibles escenarios: o ponerse hecho una Furia o tomárselo a guasa y quitarle hierro al asunto. Mejor optar por lo segundo.
Y es que se diría que al hombre de hierro se le han oxidado muchas de las nociones más elementales de química. Empezando porque el litio, el elemento con número atómico 3 –lo que significa que tiene 3 electrones y 3 protones- presenta una configuración electrónica 1S2 2S1. Esto es, que dos de sus tres electrones están en una “órbita” más cercana al centro del átomo, a su núcleo, en tanto que el tercero ocupa una “órbita” más externa. Ello implica que solo tiene un electrón de valencia, éste último. Lo que supone que su estado de oxidación es +1.
(Aclaración que no cura pero alivia a los menos puestos en química: Los electrones de valencia son los electrones que se encuentran en las capas más exteriores del átomo y por tanto los que van a interactuar y a relacionarse con los átomos vecinos. El estado de oxidación representa la configuración o configuraciones en las que se siente más cómodo un elemento. En el caso del litio que sea +1 significa que tiene una gran tendencia a ceder ese electrón externo a los átomos que se le acerquen “solicitándoselo”. Veámoslo así: imagina que te han dado 13 huevos pero sólo dispones de una huevera de docena. Al final, y como no sabes dónde meter el decimotercer huevo, lo que sucede es que estás deseando cedérselo al primer vecino que pase).
Bueno, pues del hecho irrefutable de que el litio presenta estado de oxidación +1 se deduce que es bastante improbable la existencia de un supuesto dióxido de litio, que como se deduce de su fórmula química LiO2, implicaría que el litio presentase un estado de oxidación +4. Vamos, que tendría que ceder 4 electrones…. Cuando, como ya se ha explicado, sólo tiene 3. Algo que, por otra parte es fácil de comprobar con tal de acudir a cualquier base de datos química.
De hecho, los únicos óxidos de litio que existen son:
-El óxido de Litio (2), es decir, el Li2O donde el litio presenta estado de oxidación +1.
-El peróxido de Litio: Li2O2, pero con una estructura Li-O-O-Li; y donde de nuevo el litio tiene un estado de oxidación +1
-Y el superóxido de litio LiO2. Pero que su fórmula química no te lleve a engaño. Porque aunque en apariencia es la misma que la del improbable dióxido de litio, en realidad el superóxido de litio es un compuesto “radicalmente” distinto. Se trata de un radical –algo así como un compuesto “a medio formar” o “incompleto” y que por tanto está deseando completarse, encontrar pareja- con una disposición Li-O-O. Donde de nuevo el litio presenta estado de oxidación +1. Y que además, y como ya se ha apuntado, se trata de un compuesto tremendamente inestable –porque enseguida reacciona con otros para completarse- que sólo se obtiene y es estable a temperaturas muy bajas, en torno a los 40 K (o si prefieres -233ºC). Por lo que tenerlo en una jeringuilla en una cafetería de carretera hasta el momento de inyectarlo no parece lo más apropiado.
Pero no es ésta la única “burrada” química en la que incurre el genial Tony Stark. Quien asimismo no se corta en afirmar que ha probado todas las combinaciones y permutaciones posibles de sustitutos del paladio.
Como cualquiera que haya estudiado un mínimo de química en la escuela recordará, las propiedades de un elemento vienen determinadas por su tamaño, peso atómico y distribución electrónica, fundamentalmente por sus electrones de valencia que son los que van a condicionar cómo se relaciona –y reacciona- con los átomos de otros elementos. Por lo que no tiene mucho sentido probar al tuntún con elementos de características totalmente distintas a las del paladio. Y mucho menos con compuestos integrados por varios átomos. Una forma de perder el tiempo. En fin, cuando a uno se le cae un botón de la camisa, busca reemplazarlo por otro similar, pero no prueba con un plato sopero, que te pongas como te pongas y lo pongas como lo pongas no va a caber por el ojal. Ni tampoco con una chapa de botella, que no tiene agujeros por los que pasar el hilo.
Y ya el remate de tamaña afirmación viene si se analiza desde un punto de vista matemático-químico. ¿Todas las combinaciones y permutaciones de elementos posibles? Pues vaya. Porque en las combinaciones, por definición, el orden de los elementos que la integran no importa. Lo que trasladado al ámbito químico implica que daría lo mismo una disposición Li-Li-O que Li-O-Li. Vamos, que una vez que has probado la primera ya no tienes porque probar la segunda. Lo cual es una barbaridad.
Vale, en las permutaciones sí importa el orden. Pero esto supone que las combinaciones ya están incluidas en éstas. Por lo que el menor de los males es haber incurrido en una perogrullada.

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